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domingo, 14 de febrero de 2021

100. Te equivocaste de casa, villano

 Capítulo 100


*¡Silbido!

Algo pequeño y redondo brillaba bajo la luz de la luna que se filtraba por la ventana detrás de Yuri.

Ella miró las acciones de Damon y pensó con indiferencia:

<<Parece que está lanzando una pokebola.>>

Al momento siguiente, la solapa de su capa se sacudió.

*¡Pak!

Los hilos se dispararon de las manos de Yuri, cubriendo el objeto que Damon arrojó con una red, impidiendo que la alcanzara.

*¡Grieta! ¡Romper!

Y la pequeña esfera que fue arrojada se hizo añicos una vez que golpeó el hilo de Yuri. Sin embargo, parecía que estaba diseñado para operar en caso de impacto porque una vez que se rompió, algo emergió de los fragmentos rotos. La cosa estaba atrapada en los hilos en forma de red y parecía ser una enredadera espinosa.

—¿Tú... lo bloqueaste?— Damon estaba muy nervioso.

Parecía que no esperaba que pudiera bloquear su ataque.

—¡Entonces come esto también!

Grito lanzándole varias esferas juntas. Pero...

*¡Pa-Pak! ¡Sonido metálico!

Yuri bostezó y los bloqueó a todos.

Esta vez, el humo blanco tenía la intención de obstruir su visión y el gas anestésico se escapó de las esferas rotas. Pero para eso, Yuri extendió cientos de hilos y en el momento en que agitó la mano, se la llevó como una ráfaga de viento y desapareció en un instante.

—¡Tú-¡ ... ¡Maldito! ¡Aargh!

Yuri extendió su red aún más y ató a Damon como si estuviera atrapando una mosca molesta. Mientras ella hacía eso, algunas de las esferas que él sostenía rodaron por el suelo. Desafortunadamente, uno de ellos pareció contener un ataque.

*¡Explosión!

En el momento en que la esfera tocó el suelo y se rompió, el sonido de una explosión sacudió sus oídos.

Los pedazos rotos de la pared cayeron al suelo con un traqueteo.

Damon tuvo suerte de que Yuri tirara del hilo que lo ataba con una velocidad increíble, de lo contrario su vida habría terminado ahí mismo.

—¡Hk!

Damon, quien fue atraído al lado de Yuri completamente atado como un capullo, miró donde estaba parado hace un segundo con miedo. Al verlo así, Yuri no pudo evitar pensar:

—Este tipo en verdad es un idiota...

—¡¿Qué?!

<<Ah. Lo dije en voz alta.>>

Afortunadamente, la mente de Damon estaba perturbada por lo que no pareció reconocer su voz. Por otra parte, incluso si lo reconociera, todo lo que tendría sería solo una sospecha.

Además, quizás había algo más por lo que debería estar agradecida. La perturbación de Damon fue inesperadamente útil. La pared se había derrumbado debido a la explosión, revelando un pasaje secreto.

Ella estaba intrigada por el área que de repente apareció al otro lado de la pared.

<<Así que hubo algo como esto. No es de extrañar que sintiera que la estructura del edificio era un poco extraña>>

*Pasos.

Sus pies se dirigieron hacia la pared rota. El espacio interior era muy oscuro, incluso más que la escalera exterior.

—Oye... suelta esto.

Cuando Yuri estaba a punto de mirar adentro, una voz tensa vino detrás de ella. Sus ojos rojos, ocultos por la capucha de su capa, miraron ligeramente hacia atrás.

Damon se estremeció como si pudiera sentir su mirada en la oscuridad. Su temblor le fue transmitido por los hilos enrollados alrededor de su cuerpo.

—¿Qu-qué me vas a hacer? Te lo digo ahora, si tocas un cabello de mi cabeza, te arrepentirás.

El hombre que hasta hace unos segundos la había atacado ferozmente con una confianza desbordante, ahora parecía un tembloroso gato que mostraba sus garras y colmillos para evitar que lo bañaran.

—Además, no me malinterpretes. Solo tenía curiosidad por sobre la identidad de la persona que tenía la piedra filosofal, realmente no planeaba lastimarte ni nada.

<<... ¿En serio espera que me crea eso?>>

Palabras similares a excusas comenzaron a fluir de su boca. Su actitud seguía siendo autoritaria y arrogante, pero parecía haber una sutil vigilancia y miedo hacia Yuri.

—Sabes quién soy, ¿verdad? Soy Damon Salvatore.

Miró su comportamiento y pensó sin interés:

<<¿Es este el llamado trágico destino de aquellos con fe ciega en la alquimia?>>

—En primer lugar, tú fuiste quien me engañó primero, ¿verdad? ¡Me ofreciste una piedra filosofal y después-! ... ¡!— En ese mismo momento, sus ojos se agrandaron y respiró hondo como si de repente se diera cuenta de algo. —¡N-No me digas…! ¿Sabías que vendría a buscarte, así que me atrajiste aquí a propósito?

<<¿Ah?>>

—¡¿Planeaste atraparme desde el principio?! ¡Maldito bastardo!

No pasó mucho tiempo para que la imaginación de Damon comenzara a fluir en una dirección negativa.

—......

Yuri se quedó estupefacta por las ridículas palabras que estaba escuchando, así que simplemente decidió ignorarlo y entró en el pasaje secreto. Escuchó a Damon gritar algo detrás de ella, pero no le dió importancia.

El interior del espacio secreto estaba muy oscuro, pero ella podía ver fácilmente lo que había alrededor.

Parecía ser una habitación que alguien estaba usando. La habitación era de tamaño medio y el suelo estaba cubierto con una alfombra. Había un pequeño escritorio y una silla, junto con una estantería pegada a la pared. El otro lado de la habitación parecía un salón con un sofá y una mesa sencilla en el medio. Por supuesto, el escritorio y la estantería estaban completamente vacíos.

Adivinó y pensó que debían haber aclarado todo aquí cuando estaban vaciando la casa de subastas. Pero entonces Yuri encontró un papel casi quemado en el cenicero de la mesa.

*¡Fwip!

Una red salió disparada de su dedo, ensartó el papel y lo arrastró frente a sus ojos. El papel parecía una carta que se intercambió con alguien. Sin embargo, la mayor parte se quemó, por lo que el contenido no se pudo leer realmente.

[…frontera. ... cebo... bosque... desgarrado...]

Esas eran las únicas palabras que podía reconocer, solo la esquina inferior derecha permanecía del fuego para que el resto no pudiera ser descifrado. A pesar de que la carta parecía ser importante ya que estaba en esta habitación secreta, ese tipo de pensamiento en realidad podría ser una noción preconcebida.

Dicho esto, no había forma de saberlo en este momento, así que Yuri se guardó el papel quemado en el bolsillo y volvió a salir del pasaje secreto.

Cuando volvió con Damon, él estaba luchando por aflojar los hilos que lo ataban de una forma u otra y cuando vió a la persona encapuchada reaparecer, se congeló con un sobresalto.

Por un momento, Yuri pensó qué hacer con este idiota. Desde el principio, supo que Damon se enorgullecía de la alquimia como propietario de varios inventos innovadores, pero aún así, ella no pensó que llegaría hasta aquí con solo unas pocas canicas cuando ni siquiera sabía quién le envió la carta.

A pesar de todo esto, el hecho de que él no usara un ataque desde el principio la hizo preguntarse si debería llamarlo un personaje recto o tonto. De cualquier manera, no hace falta decirlo, sus acciones hoy fueron bastante peligrosas.

Por ahora, Yuri recogió al idiota, lo cargo sobre su hombro como un saco de papas y se movió para salir del edificio.

—¡¿A-dónde me llevas?! ¡Oye!— Gritaba la carga retorciéndose como oruga.

Yuri se cansó de escucharlo gritar como si lo estuviera llevando a un matadero, así que usó sus hilos para cerrarle la boca.

—¡Mph! ¡Mmph!

Solo entonces el entorno se volvió un poco más agradable.

Aprovechando la oscuridad de la noche nublada, Yuri saltó techo sobre techo, a una rápida velocidad, hasta llegar a su destino. Y así, arrojó a Damon dentro de las paredes de la mansión Salvatore y se fue a casa.

Tampoco se olvidó de darle un consejo amable antes de irse.

—¡Uck!

Damon rodó sobre la hierba cuando lo arrojaron por encima de la pared. Se sorprendió y su mente se convirtió momentáneamente en un desastre, luego pronto recobró el sentido y rápidamente levantó la cabeza.

—¿Eh? ¿Q-qué?... ¿No es esta la casa de los Salvatore?...

No había ni un solo hilo blanco en su cuerpo como si el apretado lazo de hace un momento fuera simplemente un sueño. Sin embargo, los dolores agudos en sus articulaciones aún eran muy claros.

Apretó los dientes y se puso de pie de un salto. Luego cojeó con la pierna acalambrada y corrió hacia los guardias más cercanos.

—¡Haga que la gente busque personas sospechosas fuera de la mansión ahora mismo!

Las personas no sabían cuándo había llegado su joven maestro, así que se sorprendieron, pero era la orden del sucesor de la familia Salvatore, por lo que no se quejaron y rápidamente enviaron gente afuera para investigar. Sin embargo, no encontraron a ninguna persona sospechosa.

Al final, Damon no tuvo más remedio que regresar con las manos vacías.

Y cuando entró en la mansión, rechinando los dientes... uno de los sirvientes jadeó detrás de él.

—J-Joven maestro, su espalda…

—¿Qué es?

Se estremeció y rápidamente se quitó el abrigo y encontró unas palabras inscritas en su ropa.

[Ten cuidado. Eres débil y no durarás estando solo, así que no actúes precipitado.]

—¡E-esto-! ¡¡¡Ese bastardo!!!— Damon sintió que su ira subía al techo y tiró el abrigo al suelo.

Por supuesto, Yuri estaba dando consejos sinceros, pero Damon no podía quitarse de encima la sensación de que estaban jugando con él hasta el final.

**************************************

<<¡Eh, guau! Se están volviendo locos allí. ¿Entonces ese chico no quedo encontrarse con la casera?>>

Y esa noche, Damon activó una bandera de la muerte sin siquiera saberlo.

El sonido de la explosión de arriba hizo que Lakis frunciera el ceño profundamente. Si la presencia de Yuri desaparecía o si ella parecía moverse con alguna herida en lo más mínimo, habría intervenido de inmediato, pero afortunadamente ella parecía estar bien. En todo caso, la persona que no se estaba moviendo era el hombre.

Pero todavía está vivo.

De alguna manera, el número de bastardos que quería matar en Oriente solo seguían aumentando.

Después de un rato, Yuri salió del edificio con el hombre sobre su hombro.

<<Oooohhh ¿Lo va a matar ella? ¡Jaja, la casera si que es salvaje! ¡Cada vez me gusta más!>>

En su cabeza, el insecto gritaba emocionado como si estuviera celebrando una fiesta.

Antes de que Lakis comenzara a seguirla de nuevo, apretó la pluma negra en su mano y llamó a Odin.

—¡Lord Lakis, ordéneme lo que quiera!— Apareció en menos de 10 segundos.

—Cuervo, limpia el edificio del que acabo de salir.

—Sí, mi señor. Odin, la mano derecha de Lord Lakis lo limpiará hasta que brille.

—Hay tres bastardos ahí, límpialos también.

—¡Usted puede contar conmigo!

—Por cierto, tú...

Y justo cuando Odin estaba a punto de irse, algo repentinamente pasó por la mente de Lakis y le preguntó:

—¿De dónde sacaste el fragmento de la ruina que me diste la última vez?

—¿Hum? Ah, se lo robé a Aracne.

—… ¿Qué dijiste?

En ese mismo momento, un aura lúgubre comenzó a extenderse alrededor de Lakis, lo que provocó que Odin tuviera hipo.


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