Capítulo 121
Ahora que lo pienso, no sabía si Lakis ya había llegado a Carnot. Por supuesto, incluso si no me preocupo por eso, él se cuidaría solo.
—Entonces, ¿viste- quiero decir, ¿Aprendiste algo?
Sentí que Genos aflojaba el agarre de su mano, así que pregunté. Pero una profunda sensación de melancolía apareció en su rostro.
—No... no conseguí nada.
No era una habilidad que pudiera activarse a voluntad, por lo que su intento esta vez parecía haber terminado en vano.
—Um, ¿puedo intentarlo la próxima vez...?
Todo su cuerpo estaba envuelto en un aura sombría mientras hablaba con una voz llena de vacilación. Al ver su vacilación, me di cuenta de inmediato de lo que quería.
—Claro. Puedes volver a intentarlo la próxima vez que vengas.
—... ¿En verdad te parece bien?
No fue gran cosa, así que realmente no entendí por qué lo mencionaba con tanto cuidado.
—No veo por qué no. Después de todo, lo estás haciendo por mi bien, ¿no?
Después de aceptarlo a la ligera, traté de levantarme de la mesa. Cuando tiré de mi brazo hacia atrás, la mano que estaba superpuesta a la mía se cayó hasta que estuvo casi en la punta de mis dedos.
*Apretar.
Pero antes de que nuestras manos se separaran por completo, Genos de repente tomó mi mano y la sostuvo firmemente.
<<Oh ¿Qué es? ¿De repente vio algo?>>
Mientras pensaba eso, dirigí mi atención de nuevo a él y lo encontré mirándome directamente de la misma manera. Podía ver sus tranquilos ojos morados asomándose entre los huecos de su esparcido flequillo.
De alguna manera, sus ojos parecían girar con emociones que eran difíciles de comprender para mí. Pero muy pronto, Genos bajó los ojos, así que no pude verlos por mucho tiempo.
—Lo siento, pero ¿puedes traerme un poco de azúcar? He estado usando mucho mi cerebro últimamente, así que anhelo algo dulce.
Soltó mi mano y sonrió suavemente como si la extraña atmósfera de antes no tuviera nada que ver con él. Respondí para demostrar que entendía y me aleje de la mesa.
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Después de beber el café con montones de azúcar, Genos salió rápidamente de la cafetería. No dijo nada más, pero por alguna razón, sentí que extrañamente tenía más prisa que de costumbre, así que supuse que debía estar bastante ocupado hoy.
<<¿O tal vez fue otra cosa?… Espero que no esté relacionado conmigo.>>
Recuerdo cómo se apresuró a salir de la cafetería después de ver mi cara la última vez, así que aunque su comportamiento podría describirse como menor, todavía era sospechoso.
—Yuri, nos pondremos en marcha.
Después de que Genos se fue, Anne-Marie y Hestia también se levantaron de sus asientos.
—Bien. Tengan cuidado en el camino.
El número de clientes se había reducido y la tienda estaba algo tranquila, así que salí a despedirme.
—... Creo que el rubio es mejor.
En ese momento, Hestia, que me había estado mirando descaradamente desde el lado de Anne-Marie, soltó eso repente.
—¿Uh? ¿"El rubio"?...— Repetí inconscientemente.
<<... Aparte de Lakis, ¿había algún otro rubio a mi alrededor?>>
Anne-marie se apresuró sorprendida y sonrojada a susurrarle al oido.
—Hestia, ¿de qué estás hablando?
—Vi a Yuri-unni con un hombre rubio una vez por accidente. Y creo que él es una mejor opción para ser tu novio que ese señor.
—¡Oh, Dios, esta niña!— Anne-Marie se sobresaltó y bloqueó la boca de la pequeña. —¡Estás siendo grosera con la Srta. Yuri en este momento, ¿lo sabías?!
<<Ah, supongo que ambas también me vieron de la mano de Snow.>>
Si alguien no sabía lo que estaba pasando, definitivamente podría pensar que estaba pasando algo así. Y Hestia parecía haber entendido mal por qué estaba frunciendo el ceño y retiró con fuerza la mano de Anne-Marie que cubría su boca.
—Quiero decir, si Yuri-unni está bien con eso, entonces no puedo hacer nada al respecto. Solo decía eso porque no creo que ese señor sea lo suficientemente bueno para ti.
Cuando Hestia no dejó de hablar e incluso siguió agregando más, el rostro de Anne-Marie se inundó de vergüenza.
—Tú... ¿qué sabes para hablar así?
—Por supuesto, no sé nada. Pero la cosa número uno es: ¡Que el rubio es más guapo!
—¡No debes comparar y juzgar a las personas por su apariencia!— Su hermana parecía estar a punto de desmayarse.
—Bueno, aparte de la apariencia, la personalidad de ese señor es un poco extraña.
—¿Qué quieres decir con extraña? Por supuesto, tiene un lado único, pero todos tienen algo... bueno...
—Hermana, siempre intentas ver a todos de la mejor manera, ¿verdad? Honestamente, yo también estoy preocupada por ti. Eres tan inocente, ¿y si te encuentras con un bicho raro?
—Hestia.— Al final, la voz de Anne-Marie se volvió severa.
Vi a Hestia estremecerse ante eso y cerró la boca como si hubiera recibido algún tipo de señal. Anne-Marie la miró sin una sonrisa en su rostro, luego dijo:
—Vamos a tener una laaarga charla cuando lleguemos a casa.
<<... Oh... Así que ella también puede hacer ese tipo de expresión. Esto fue un poco inesperado.>>
Siempre había pensado en Anne-Marie como una hermana mayor gentil y suave, pero pensar que había momentos en los que era así de estricta... También era interesante.
Hestia siguió abriendo y cerrando la boca, pero al final, no dijo nada más y bajó la cabeza con tristeza. Anne-Marie tomó su mano para enderezarla y luego se disculpó conmigo.
—Lo siento, Srta Yuri. Mi hermana aún es joven, por lo que no sabe cómo cuidar sus palabras.
—Está bien. No estoy molesta, así que no te preocupes.
Al final, Hestia se dirigió a casa con Anne-Marie de mal humor.
Mientras observaba sus espaldas desde lejos, parecía que Anne-Marie ya estaba regañandola en lugar de esperar hasta que llegaran a casa. Hestia parecía hosca y escuchó en silencio a su hermana mayor sin decir una palabra.
Luego, justo antes de que sus figuras desaparecieran en la esquina del edificio, Anne-Marie le dio un abrazo a Hestia.
—Jaja.
La misma Yuri no fue consiente de que en ese momento soltó una risita mientras miraba a las hermanas con una pequeña sonrisa y pensaba en lo agradable que eran ambas.
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—Por casualidad ¿Un hombre pelirrojo o un hombre de cabello castaño vino a la tienda hoy?
—......
<<¿Qué diablos? ¿Es hoy en serio algún tipo de día especial?>>
Al ver al hombre que apareció justo antes de que la cafetería cerrara, no pude evitar tener serias dudas.
Se trataba de un hombre apuesto con cabello negro y ojos gris plateado. No era otro que Kalian Crawford.
¿Cuántas personas han venido a buscarme a la tienda hoy? Si fueran todos amigos, podría haber pensado que lo planearon juntos.
<<De todos modos, un hombre pelirrojo o un hombre de cabello castaño, dice. Podría decir que sé exactamente de quién estaba hablando.>>
—Ningún hombre pelirrojo vino a la tienda hoy y en cuanto a los hombres de cabello castaño, hubo más que unos pocos.
Kalian frunció el ceño ligeramente cuando escuchó lo que dije. Tenía el presentimiento de que estaba hablando de Genos, pero actué como si no supiera nada.
Qué diablos, Genos. Pensé que tenía extraña prisa antes; ¿Tenía algo que ver con cómo Kalian estaba comprobando su paradero ahora? No me digas que se estaba saltando el trabajo.
—Entonces, de los hombres de cabello castaño, ¿hubo alguien llamado Snow que haya venido a la tienda hoy?
Luego eligió el nombre que usaba Genos cuando estaba disfrazado y me preguntó directamente.
—... ¿Supongo que ustedes dos se conocen?
En lugar de responder, le devolví la pregunta. Sin embargo, Kalian parecía haber descubierto la respuesta por su cuenta y soltó un largo suspiro antes de volver a hablar.
—Si vuelve a venir, ¿puedes enviarlo fuera de la tienda en lugar de tratar con él?— Ignoró mi pregunta de la misma manera y volvió a hablar. —Este tipo, solo está diciendo lo que quiere decir.
No estaba exactamente ofendida, pero algo al respecto me hizo pensar "¿qué es esto ahora?", Así que incliné mi cabeza profesionalmente y dije:
—Eso no es algo que yo pueda decir. Tampoco es algo que usted pueda decidir, Sr. Kalian. No puedo hechar a los clientes así sin más. Más cuando son clientes regulares y son cercanos a mi jefe.
No sabía qué estaba pasando, pero si él quería limitar las acciones de Genos entonces debería hablar con la persona en cuestión en lugar de hacerme esto a mi.
Después de escuchar lo que dije, Kalian se quedó en silencio por un rato. Y un momento después, volvió a abrir lentamente la boca.
—Ah, tienes razón. No debí haber dicho eso. Me disculpo si mi descuido la molestó.— Se disculpó conmigo con más cortesía de lo que esperaba. —Y le agradecería que pudiera olvidar lo que acabo de decir.
—No hay problema.
Aún así, parecía que realmente se arrepentía de sus palabras, así que asentí sin decir nada más. Honestamente, el hecho de que un noble de tal altura se disculpara con una persona común con tanta sinceridad fue demasiado sorprendente.
—Creo que vine cuando la tienda estaba a punto de cerrar.
—Si. Estaba a punto de terminar de limpiar.
Gilbert había estado observando desde la distancia, pero parecía que no podía simplemente ignorar a Kalian, así que se acercó y preguntó vacilante.
—Uh... ¿Le gustaría una taza de café?
—No. Vendré la próxima vez.
Pero incluso después de decir eso, Kalian no se dio la vuelta y se alejó, sino que me miró como si tuviera algo más que decir. Y justo cuando estaba a punto de preguntar por qué, él abrió la boca:
—Lo siento.
<<... ¿Fue esta una extensión de su disculpa anterior?>>
Pero por alguna razón, la mirada en sus ojos y las emociones en su voz parecían más pesadas que antes.
Lo miré por un rato también antes de responder:
—Esta bien.
A eso, Kalian dio una leve sonrisa. De alguna manera, su sonrisa parecía contener burla y reproche.
Con eso, Kalian dejó la cafetería y el largo día finalmente terminó.
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—¡Bienvenida, Yuri!
Unos días después, visité a la familia Crawford. Y como siempre, Bastian me recibió con los brazos abiertos.
Pero tan pronto como me senté, Bastian comenzó a hablar con una mirada seria en su rostro.
—En realidad, hay algo de lo que quiero hablarte.


Ya va a soltar la bomba D:
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