68. Te equivocaste de casa, villano

Capítulo 68.

Lakis sintió que su mano se retorcía de nuevo con la urgencia, pero lo soportó por la situación en la que se encontraban.

Los dos salieron de la esquina del pasillo. Sin embargo, al momento siguiente, Yuri comenzó a dirigirse en la dirección en que Lakis acababa de llegar antes y, reflexivamente, él la volvio a sujetar nuevamente. Entonces Yuri lo miró fijamente, con una mirada que parecía decir, "¿qué pasa ahora?" y retiró su brazo.

Sintiéndose frustrado, Lakis inconscientemente abrió la boca.

—… No está aquí.

—Oh, pensé que sacudiste la cabeza porque no sabías...

Luego ambos se detuvieron al mismo tiempo.

—...

—...

Un breve silencio cayó sobre los dos.

Pero un momento después, ambos decidieron actuar como si no supieran lo que estaba pasando. Lakis asintió como si dijera que eso era lo que quería decir, y Yuri uso sus dedos para formar un pequeño círculo de aprobación para demostrar que lo entendía.

Entonces los dos se separaron.

Yuri se fue para ir a los otros lugares que encontró en la lista en el mercado de esclavos, mientras que Lakis decidió quedarse atrás y buscar el fragmento de la ruina, ya que ese era su propósito original.

Por ahora, el extraño encuentro de ese día terminó con eso.

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Mientras Yuri estaba fuera, un lujoso carruaje se detuvo frente a la cafetería, y la persona que bajó del carruaje fue Damon Salvatore. Estaba vestido espléndidamente hoy y tenía un gran ramo de flores en la mano.

—... Dijeron que a las mujeres les gusta este tipo de cosas.

Damon recordó a la mujer que había visto aquí la última vez y con el ramo en la mano, se dirigió con orgullo a la puerta de la cafetería.

—Bien-... Bienvenido, señor.

Gilbert saludó a Damon mientras goteaba sudor frío. Los ojos arrogantes de Damon exploraron el área, pero no importaba dónde mirara, no podía ver a la mujer que conoció la última vez.

—¿Dónde está la empleada que vi la última vez?

Cuando Damon preguntó, Gilbert dudó por un momento antes de responder.

—... Hoy es su día libre.

—¿Qué?

La cara de Damon se arrugó al instante. Se las arregló para sacar tiempo de su ajetreado día por venir, pero ¿hoy de todos los días era su día libre?

—¿Día libre para qué? ¿Está ella enferma?

—No. Suele tomar días de descanso una vez a la semana...

—¿"Descanso"? La Torre Alchemist no tiene vacaciones, ¿pero esta pequeña tienda sí?

Damon masticó las palabras de Gilbert como si no pudiera creerlo. Gilbert se ahogó de ira cuando escuchó estas palabras que parecían despreciar su café. Pero, de nuevo, no podía entrar en una pelea con un noble.

—¿Entonces ella regresará mañana?

—... Sí, eso es así.

—Entonces volveré mañana.

<<¡Por favor, no vuelvas!>>

Gilbert gritó por dentro pero, naturalmente, Damon no podía escucharlo. Salvatore salió de la cafetería con una expresión irritada porque no pudo lograr su propósito.

<<¿Ese tipo se ha vuelto loco?>>

Mientras tanto, Snow, que presenció esta escena, vio a Damon Salvatore irse con disgusto en sus ojos. No podía entender por qué ese bastardo alquimista estaba buscando a Yuri, y en esa apariencia también.

<<No, espera…>>

En realidad, cuando adivinó la escena que acababa de ver, solo se le ocurrió una cosa...

Y de solo imaginarlo lo hizo estallar en carcajadas.

¿El gran Damon Salvatore estaba abiertamente cortejando a una dama como esta? Sin embargo, el hecho de que la mujer fuera la Yuri del café hizo que Snow se sintiera disgustado. De todas las personas que conocía, tenía que presenciar el patético coqueteo del alquimista molesto, que probablemente era por qué estaba irritado.

Además de eso, Yuri era una de las personas que Snow tenía buenos sentimientos para......

De todos modos, Damon Salvatore y Yuri. Se opuso absolutamente a esa combinación. Por supuesto, si Yuri se enamoraba de Damon, no tenía derecho a detenerla...

Pero si eso sucedía, él mismo detendría al desafortunado bastardo alquimista. Después de tomar una decisión, la cara de Snow estaba nublada mientras miraba la espalda de Damon que se subía al carruaje.

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Después de terminar lo que se propuso hacer, Lakis se dirigió al almacén. Sacó la pluma negra que tenía y la apretó, haciendo que saliera humo de su mano.

Poco después, un pájaro negro voló al almacén a toda prisa.

*¡Caw! Aleteo.

El pájaro se convirtió en un hombre en un abrir y cerrar de ojos y se postró ante Lakis.

—Sr. Lakis ¿Me llamó?

Lakis miró fríamente el cabello morado que tenía delante y frunció el ceño.

—¿No puedes hacer tu trabajo bien? Gracias a ti, perdí mi tiempo.

—¡Lo siento mucho!

—Inútil. Búscalo de nuevo.

—¡Sí, Sr. Lakis! ¡Gracias por su misericordia!

Quien se arrodillaba y gritaba frente a Lakis era ciertamente Odin, quién ahora era sorprendentemente obediente frente a Lakis. Como si su antigua resistencia fuera una imaginación.

Sin embargo, Lakis no parecía satisfecho con el comportamiento de Odin y lo miró con el ceño fruncido.

—Me di cuenta de que Aracne te estaba buscando hoy.

—Oh ¿En serio?

Al oír las palabras de Lakis, Odin inclinó la cabeza, luego pareció recordar algo que había olvidado y habló.

—Ahora que lo pienso, prometimos reunirnos hace unos días, pero lo olvidé.

—¿Qué?

El tono de Odin era ligero mientras hablaba; no parecía verlo como un gran problema. Pero tan pronto como Lakis lo escuchó, su ceño se torció y un escalofrío comenzó a extenderse desde él. Odin se sobresaltó y se aferró a la pierna de Lakis.

—¡Hk, Sr. Lakis! ¡No lo malentienda! ¡Usted es el único para mí! ¡Aracne solo estaba tratando de encontrarme por una solicitud! Conoce mi corazón, ¿verdad? ¡La lealtad de este Odin!

La mirada de Odin mientras le rogaba a Lakis que creyera en su lealtad, parecía un poco apagada.

—¡El rey de los cuervos! ¡Soy la verdadera mano derecha de Sr. Lakis! Por eso, Sr. Lakis, déjame lamerle los zapatos.

Este fue un efecto secundario de subordinar a Odin para hacerlo obedecer. También era por eso que a Lakis no le gustaba usar esta habilidad.

<<Tengo que usarlo tanto como sea necesario y deshacer rápidamente esta jodida subordinación.>>

Lakis estaba profundamente irritado y pateó a Odin, que se aferraba fuertemente a su pierna.

—Eres un imbécil. Si hubiera algo así, ¿no deberías decirme de inmediato? ¿Cómo te atreves a hacer esperar a Aracne?

—¡Lo-lo siento! ¡Lo siento mucho por ser un imbécil!

—Ve a verla ahora mismo.

—¡Si! ¡Entiendo! Um... Sr. Lakis, sus zapatos...

—Piérdete, antes de que te arranque las alas.

—¡Sí, señor!

Bajo su orden, Odin inmediatamente se volvió hacia un pájaro y salió volando del almacén para encontrarse con Aracne.

Lakis contempló la forma negra que se alejaba con una mirada muy triste en sus ojos.

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Al igual que Lakis, Yuri no pudo lograr su propósito y se dirigió al escondite de Leo. No tenía tiempo, así que no podía buscar en todos los lugares de la lista. Por ahora, ella solo revisó la mitad de ellos, pero no había rastros de otros mutantes y mucho menos Odin.

<<Tengo que volver a mirar mañana.>>

Yuri decidió que mañana, buscaría los lugares que no podía mirar hoy y con eso en mente, se apresuró a la guarida.

—¡Aracne!

En ese momento, sonó una voz familiar, junto con el sonido de alas batiéndose en el aire. Yuri se detuvo en un campo cerca del monasterio.

La imagen que se le acercaba bajo el sol del atardecer era definitivamente un cuervo.

—Odin.

Un rato después, la sombra negra que volaba sobre su cabeza se transformó en un humano. Odin, a quien no había visto en mucho tiempo, se paró casualmente frente a ella. Afortunadamente, se veía bien.

Yuri dió un paso hacia a él.

—No pude contactarte, así que fui a buscarte.

—¡Lo siento! Estaba ocupado con algo.

Yuri se preguntó qué lo mantenía tan ocupado que le hizo romper la fecha prometida de su comisión, pero al ver que Odin estaba bien, sintió que otras cosas no importaban. Pero las siguientes palabras la sorprendieron un poco.

—Aracne, voy a vivir una nueva vida de ahora en adelante.— La cara de Odin estaba muy seria.

—¿...?— Los ojos de Yuri se abrieron ligeramente mientras lo miraba.

—Finalmente conocí a un ser como el sol en mi vida.

—... ¿Qué?

—Solo ahora me doy cuenta de que mi vida ha sido incolora. Hasta ahora, solo he sido una planta marchita en un páramo árido. Pero cuando esa persona llamó mi nombre, me convertí en una flor floreciente.

Mientras Odin continuaba hablando, la expresión de Yuri se volvió cada vez más extraña.

—Ja, probablemente ni siquiera puedas imaginar este sentimiento. Es como quitarse una cáscara sucia y renacer.

Y pronto, Yuri pensó:

<<Es uno de estos dos... Se enamoró o fue absorbido por una religión.>>

Pero con la personalidad de Odin, esto último no parecía posible... entonces, ¿podría ser el primero?

Y finalmente, una resolución firme surgió en los ojos de Odin mientras miraba a Yuri.

—¡Me voy a dedicar a esa persona! ¡Incluso si mi cuerpo se rompe y se convierte en un grano de arena en este páramo!