Capítulo 86
Yuri solo estaba reconociendo un hecho objetivo, pero por alguna razón, Genos parecía desconcertado por su respuesta.
—¿Le gustan las rosas, Sr. Genos?
Recordó lo que sucedió la última vez en el festival y preguntó, pero al escuchar eso, la mirada de Genos se pegó en su rostro. Él la miró a los ojos especulativamente, como si estuviera tratando de evaluar por qué ella hizo esa pregunta. Luego, abrió la boca.
—Srta. Yu-
—¡Srta. Yuri!
En ese momento, la voz emocionada de alguien llamándola sonó desde la entrada. Cuando volvió la cabeza, encontró a Anne-Marie parada allí con una bolsa de papel llena de víveres y una enorme sonrisa en su rostro. También notó que sus mejillas estaban un poco rosadas, pero ella pensó que era por las enorme bolsa que traía.
Genos volvió a cerrar la boca y soltó un largo y cansado suspiro antes de lanzar una mirada en dirección a Anne-Marie con el ceño ligeramente fruncido.
No parecía tener nada más que decirle, así que Yuri dejó a Genos y se dirigió hacia la nueva visitante.
—Hola Anne-Marie ¿qué haces aquí?
Ella ya no trabajaba en la clínica de enfrente así que no había razón para que volviera intencionalmente a Blue Ferret, y por eso se preguntó si algo estaba pasando.
—Estaba volviendo de compras, así que simplemente me detuve a saludarte.— Su sonrisa se veía más brillante que antes.
—Ya veo. Eso parece pesado ¿Quieres dejarlo por un segundo?
—Está bien, es más ligero de lo que parece. Hestia está comiendo mucho más últimamente, creo que está en su período de crecimiento.— Después de decir eso, Anne-Marie miró alrededor de la cafetería.
—Nunca he estado aquí en este momento, pero hay menos personas de las que esperaba.
—Sí, es bastante tranquilo en este momento.— Entonces, Yuri de repente sintió curiosidad. —¿Hoy es tu día libre?
Aunque ahora era una cuidadora, parecía que solo tenía que ir a la casa del anciano cuatro veces por semana, por lo que definitivamente tenía más tiempo libre que cuando trabajaba en la clínica.
Anne-Marie sacudió la cabeza.
—No realmente, pero ya sabes que hubo un gran incidente en el área comercial ayer, así que me dijeron que descansara por hoy.— Mientras hablaba, sus cejas se fruncieron ligeramente y examinó la cara de Yuri. —... ¿Estás realmente bien, Srta. Yuri? Debiste estar realmente sorprendida ayer, deberías haber descansado hoy.
—Estoy bien. No me hice daño en absoluto.
*¡Sonido metálico!
En ese mismo momento, un fuerte estruendo repentinamente estalló detrás de ellas. La fuente del sonido fue Genos.
Por alguna razón, tenía los ojos muy abiertos y miraba en dirección de las dos señoritas. Ambas notaron que el ruido de hace un segundo parecía haberlo causado cuando intentó levantarse de su asiento.
Pero cuando él notó que las miradas de las chicas se posaron sobre él, se sobresaltó y volteó el rostro.
En ese momento, Anne-Marie inclinó la cabeza.
—Esa persona... de alguna manera, siento que ya lo he visto antes.
<<Oh. Sigue intentando.>>
Yuri miraba a Anne-Marie con algo de interés al ver que estaba reconociendo a Genos.
—Ah ¿No es él el tipo que le dio flores a la Srta. Yuri en el festival?
—Hug. Cof, cof.— Al instante, Genos comenzó a toser como si estuviera algo alojado en su garganta.
<<Nada mal, Anne-Marie.>>
En sus pensamientos, Yuri eligió la buena memoria de la peliblanca.
En cuanto a Genos... Tal vez será porque él un personaje con buenas habilidades, pero su sentido auditivo era muy bueno porque, a pesar de que Anne-Marie estuvo hablando en un tono bajo, él parecía escuchar claramente su conversación y no pudo ocultar su reacción.
*¡Chillido!
Finalmente, la tos de Genos se calmó y se levantó de su asiento.
—¡Gracias por la bebida!
A diferencia de otros nobles, colocó el pago exacto de la limonada sobre la mesa y salió de la cafetería con pasos extrañamente apurados.
—¿O tal vez no?... ¿He visto mal?— Al ver que Genos se marchaba, Anne-Marie volvió a inclinar la cabeza.
<<No, no lo hiciste.>>
Quería decirselo, pero sería una molestia si luego comenzará a hacerle preguntas al respecto. Luego parecio no importarle.
—Saldré entonces, Srta. Yuri. La próxima vez, vendré como cliente.
—Bien. Ten cuidado.
Anne-Marie salió de la cafetería con una sonrisa tan brillante como cuando llegó por primera vez.
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—Em. Yuri, estoy aquí.
Y al día siguiente, Anne-Marie cumplió su promesa.
—¡Yuri!
Por supuesto, ella no vino sola sino con un compañero inesperado.
El viejo parecía haber adelgazado en los últimos dos días. Se acercó apresuradamente a Yuri y su bastón golpeó el suelo con cada paso.
—Hola. Veo que vino con Anne-Marie.
El rostro del anciano parecía extremadamente serio cuando la examinó de pies a cabeza, luego su expresión se iluminó y sus hombros se relajaron.
—¡Bien, te ves bien! Lo escuché de Anne-Marie, pero me preocupaba que pudieras estar un poco enferma después de quedar atrapada en esa explosión.
<<... Realmente parecía preocupado.>>
—Estoy bien. Me alegra que también esté a salvo, señor.
Yuri también se dio cuenta de eso y respondió al viejo con un extraño sentimiento en su mente.
—¿A qué se refiere con "señor"? Puedes llamarme "abuelo" cómodamente como lo hace Anne-Marie.
Como antes, el viejo ordenó té hoy. Y cuando Yuri se dirigió a la cocina, Anne-Marie la siguió.
—El abuelo estaba tan preocupado que tuve que escoltarlo hasta aquí. ¿Espero que no estemos interfiriendo con tu trabajo?
—Claro que no. En realidad, gracias por preocuparte por mí.
Sus palabras hicieron que la cara de Anne-Marie se iluminara.
Después de un rato, Yuri se acercó a Anne-Marie y al anciano con té y bollos para que comieran.
—Mm... Ehem. Yuri Hay algo que quiero discutir contigo hoy.— El viejo dejó su taza de té y la miró algo titubeante.
La atmósfera a su alrededor estaba algo desenfocada hoy. Luego pareció finalmente tomar una decisión y abrió la boca.
—Si tienes tiempo, ¿puedes escuchar lo que tengo que decir?
Yuri miró a Anne-Marie pero, como era de esperar, ella parecía no saber nada. Luego miró a Gilbert, que había estado nervioso, mirándolos de vez en cuando desde el otro lado del mostrador. En el momento en que sus ojos se encontraron, él asintió de inmediato para indicar que estaba bien. No había muchos clientes en la tienda, por lo que parecía haber escuchado lo que dijo el viejo.
Anne-Marie, que había notado esto, se dió cuenta de que el anciano no tenía el elemento de insonorización que Kalian tenía la última vez, que impedía que otros escucharán su conversación.
De cualquier manera, Yuri no rechazó la solicitud del viejo y se sentó frente a él.
—Para ser sincero, estoy cautelosamente haciéndote tal pedido.— El viejo juntó las manos sobre la mesa y comenzó con cuidado. —Una vez a la semana... no, dos veces... Mm, está bien incluso si es solo una vez al mes, pero ... si estás de acuerdo ¿Puedes ser mi compañera de conversación?
Yuri parpadeó ante la inesperada solicitud.
—Creo que ya lo sabes, pero cuando te veo, me acuerdo de mi hija, Selena.— El viejo miró a Yuri, sus ojos llenos de remordimiento y continuó hablando. —Dicen que los niños que fallecen siempre están enterrados en el corazón de sus padres. Tal vez sea porque se está acercando al aniversario de su muerte, pero estoy pensando en ella mucho más en estos días. Y cuando te veo, siento que el vacío en mi corazón se siente más liviano.
Al escuchar eso, Anne-Marie, que estaba a su lado, dijo "abuelo" en voz baja. Para alguien tan compasivo como ella, parecía que la situación del anciano era muy triste. Por supuesto, cualquier persona con un sentido común de sensibilidad sentiría lo mismo.
—Por supuesto, desde tu punto de vista, esto podría ser algo sobre lo que eres reacia. Así que lo entenderé si no quieres hacerlo.— Yuri solo estaba escuchando sin decir una palabra. —No soy descarado, así que no te pediré que te ofrezcas como voluntario por el bien de un anciano. Pedirle que lidie con mis palabras es definitivamente un trabajo agotador.
Después de eso, el viejo sacó un documento doblado, lo colocó sobre la mesa y lo empujó hasta que estuvo justo en frente de Yuri.
—Este es un contrato de trabajo que preparé por si acaso. Puedes tomarlo y leerlo. Piénsalo bien y contácteme si está de acuerdo con eso.
Yuri miró hacia abajo y su mirada cayó sobre la mano del anciano que se extendía en su dirección.
Su voz era tranquila y serena, pero su mano temblaba lo suficiente como para que ella pudiera verlo fácilmente con una mirada.
Honestamente, no era como si no pudiera entender los sentimientos del viejo, pero la propia Yuri no tenía razón para aceptarlo.
Sin embargo, finalmente decidió revisar el contrato de trabajo debido a la mano temblorosa que lo sujetaba.
*Crujido.
El viejo observó nerviosamente a Yuri mientras ella leía el papel. Junto a él, Anne-Marie tragó secamente, aparentemente atrapada por la atmósfera.
—... Las condiciones son demasiado generosas para mí.
Ante eso, el viejo sacudió rápidamente la cabeza.
—De ningún modo. Soy yo quien hace una solicitud, así que tengo que hacer eso.
Como dijo el viejo, Yuri podía establecer la fecha límite y decidir la cantidad de veces en que iría a visitarlo; si era una vez a la semana o una vez al mes. Sobre todo, el pago...
<<... ¿Es solo de mi agrado?>>
Yuri comenzó a hacer cálculos en su cabeza:
-Aseguré los fondos de mi jubilación.
-Compraré una casa nueva.
-Consiguiré mayor espacio.
-Viviré una vida cómoda y desempleada como su mascota.
Las ventajas de aceptar la oferta del anciano pasaron rápidamente por su mente.
Leyó cuidadosamente el contenido del contrato de trabajo y estimó algunas cosas. Y mientras lo hacía, sus ojos se posaron en la última parte y al leer cierto nombre la molestó.
—... ¿"Bastian Crawford"?— Preguntó como para confirmar.
—Sí, ese es mi nombre. Ahora que lo pienso, ¿nunca te he dicho, cierto?
En efecto.
Esta fue la primera vez que Yuri se enteró del nombre del anciano. Tragó una risa forzada que estaba a punto de escapar de ella.
<<Bastian Crawford, dice... Entonces, ¿eso significaba que es el abuelo del protagonista masculino, Kalian Crawford?>>


Que importa, yo aceptaría el trato de ser su mascota jajaja no tengo dignidad XD. Además es el abuelo, no el tipo que grita "Hereje" con una espada.
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