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viernes, 12 de febrero de 2021

88. Te equivocaste de casa, villano

 Capítulo 88


Al final, decidí aceptar la solicitud del viejo. Después de todo las condiciones que planteaba eran demasiado atractivas para rechazarlas.

Todo lo que tenía que hacer era ser la compañera de conversación del viejo de vez en cuando para alegrar su estado de ánimo, y a cambio me pagarían una cantidad considerable de dinero. Si lo hiciera por solo unos meses, podría comprar una de las casas en el vecindario más rico del Este.

—¡Gracias, Yuri! ¡Muchas gracias!

Cuando fui a la mansión y transmití mi intención, los ojos del anciano se humedecieron y parecía muy conmovido. Pero tal vez pronto se sintió avergonzado de estar emocionado frente a mí porque llamó al mayordomo de mediana edad y le pidió que por hoy me hiciera un recorrido por la mansión.

Después de eso, fui escoltada fuera de la habitación.

—Por favor, sígame. Voy a mostrarle los alrededores.

El mayordomo a quien el viejo llamado Sebastián, es el mismo mayordomo que había visto la última vez frente a la clínica. Como resultado, había un total de 5 mayordomos en esta mansión. Como se esperaba, la escala de las cosas era diferente en una gran mansión.

—¡Srta. Yuri!

Mientras caminaba por el pasillo siguiendo a Sebastián, escuché la voz de Anne-Marie detrás de mí.

—Hola Anne-Marie.

Parecía haber llegado a la mansión por trabajo.

—El abuelo me pidió que fuera contigo, ya que podrías sentirte incómoda tú sola.— Dijo con una sonrisa.

Tal vez debería decir que era más sensible de lo que esperaba, pero el viejo era muy considerado conmigo. Incluso cuando estábamos decidiendo las veces que vendría a esta mansión, el viejo fue el primero en ofrecer que Anne-Marie viniera si eso me hacía sentir más cómoda.

Por un momento, me pregunté si contrató a Anne-Marie con este plan en mente desde el principio, pero pronto abandoné ese pensamiento y lo guardé.

—Esto es tan agradable. La Sra. Yuri y yo trabajamos en el mismo lugar ahora. Entonces, ¿vendrás una vez por semana a partir de ahora?

—Si. Debería venir a esta hora todas las semanas.

Por ahora, decidí venir aquí en mi día libre de la cafetería. Honestamente, con el pago del contrato de trabajo del anciano, podría dejar mi trabajo como camarera de inmediato. Pero tal vez me gustaba más de lo que pensaba porque ni siquiera consideré dejarlo.

Así que por ahora, planeaba mantener las cosas como estaban.

Sebastián se aclaró la garganta.

—Señoritas, si les parece bien continuar con el recorrido, les mostraré el invernadero. Lord Bastian viene aquí a menudo, así que cuando visite la mansión, puede pasar algún tiempo allí, Srta. Yuri.

Después de echar un vistazo al interior de la mansión, seguimos al mayordomo al jardín.

*¡Arf! ¡Arf!

En ese momento, un sonido similar al llanto de un cachorro sonó desde un lado. Giré la cabeza en dirección al sonido y me encontré con algunos perros corriendo por el césped verde.

—Creo que es el momento de caminar con ellos.— Anne-Marie dijo suavemente.

Parecía que era un espectáculo que veía a menudo.

El mayordomo que caminaba delante de nosotras se volvió para mirarme y preguntó:

—Los perros salen a esta hora todos los días, ¿está bien con eso?— El matiz detrás de sus palabras fue que cambiarían el tiempo que paseaban a los perros si les decía que no estaba bien. —Los perros que dejamos salir tienen una personalidad bastante amable, por lo que no le ladran furiosamente ni te gruñen, incluso si te ven por primera vez...

Estaba siendo muy cuidadoso, casi como si estuviera tratando con un invitado. Supuse que el viejo debía ver sus reuniones conmigo muy importantes.

—No importa. Me gustan los perros.

—¿Es eso así? Me alegra escucharlo.

Los perros eran bastante grandes y uno de ellos incluso parecía un perro de caza, por lo que definitivamente era suficiente para que alguien los evitara si temían a los perros.

Afortunadamente, Anne-Marie no parecía tenerle miedo a los perros y, en cuanto a mí, probablemente en mi vida pasada si me hubiesen asustado, pero en esta no tenía miedo, por lo que esos perros grandes me parecían más como lindos cachorros.

—Si quieres, puedes acercarte y mirarlos.

Cuando escuché lo que dijo el mayordomo, lo pensé por un momento y luego me dirigí al césped.

Anne-Marie me siguió.

—¿Te gustan los perros, Srta. Yuri?

<<Ya dije que sí.>>

Sus ojos estaban ligeramente abiertos y parecía que su interés se despertó después de enterarse de este nuevo hecho.

—Sí. Hace mucho tiempo tuve un perro mascota.

—Oh, ya veo. También tuve un perro mascota cuando mi padre estuvo por aquí hace algún tiempo.

La mirada de Anne-Marie se volvió ligeramente sentimental; ella parecía estar recordando el pasado.

Luego me miró de nuevo y pronto me dio una sonrisa brillante.

—Tenemos algo en común. ¿Qué tipo de cachorro tenías? El perro de mi casa era...

Y así, Anne-Marie y yo caminamos hacia el césped, hablando de los cachorros que criamos en el pasado.

*¡Guau!

Quizás demostrando lo que dijo el mayordomo acerca de su gentil personalidad, los perros meneaban la cola y tan pronto como nos vieron se nos acercaron a nosostras.

Por lo que parece, los perros aquí no fueron criados para proteger la casa.

Por otra parte, no es que haya una falta de mano de obra en una mansión tan grande como esta, entonces ¿por qué tendrían que conseguir perros para protegerse...

Me puse en cuclillas y extendí la mano para que los perros pudieran olerla, y en un instante estábamos rodeadas de perros que nos olían.

—Estos perros son realmente gentiles. ¿Es el abuelo el que los está criando?

—Los perros aquí están bajo el cuidado directo de nuestro joven maestro. Los perros criados por nuestra cabeza y Maestro actuales son criados como perros de caza, por lo que se ocupan de otros lugares.

<<¿Joven maestro?>>

Actualmente, había dos personas que podrían llamarse "joven maestro" en la familia Crawford. Uno de ellos era Kalian, el hijo mayor, y el otro era el segundo hijo que solo se menciona de pasada en la novela.

El segundo hijo de la familia Crawford tenía un cuerpo débil, por lo que estaba en el sur para recuperarse y nunca había hecho una aparición directa en una novela.

Así que era obvio que Kalian era el que cuidaba personalmente a estos perros.

—Sebastian.

Y entonces una voz sonó desde un lado, haciendo que mi pensamiento fuera una certeza. Cuando volví la cabeza, encontré a Kalian caminando hacia nosostros.

—¡Ah!

El perro que Anne-Marie estaba acariciando y todos los demás que nos rodeaban, meneaban la cola y corrieron hacia Kalian de inmediato.

*¡Guau! ¡Arf!

—Hola, chicos.— Kalian los acarició a cada uno con una sonrisa.

Hoy, él no estaba en su uniforme con el que lo había estado viendo hasta ahora, sino que llevaba puesto algo cómodo. Con una camisa ligera, pantalones lisos y zapatos en vez de botas, Kalian ciertamente parecía menos rígido de lo habitual.

*¡Guau! ¡Guau!

Incluso parecía que estaba sincronizado con el paisaje pacífico que lo rodeaba.

—Veo que tenemos invitadas.— La mirada de Kalian se volvió hacia nosotras. —Me enteré hace unos minutos.— Luego me habló y me hizo una ligera reverencia. —Gracias por escuchar la petición de mi abuelo.

Parecía que Bastian se lo había contado justo antes de que saliera.

—... No hay razón para agradecerme. Después de todo, no es una solicitud unilateral sino una relación laboral.

Puede sonar un poco duro, pero el viejo solo me contrató para una compensación decente. Si el viejo no me hubiera dado un contrato de trabajo ese día, definitivamente me habría negado sin importar cuán lamentable fuera su historia. Así que no había razón para que Kalian me lo agradeciera.

Pensé que él podría encontrar mis palabras desalmadas, pero en cambio se rió levemente.

—Está bien, espero trabajar contigo.

Aparté la vista y mi mirada cayó sobre los perros que se aferraban a él. Fue muy malo. Si Kalian no hubiera venido, podría haber tocado un poco más a los perros.

—Srta. Anne-Marie, llegó temprano el día de hoy.

La conversación cabio de rumbo.

—Sí, tengo algo que hacer más tarde esta noche, así que vine antes.

Anne-Marie y Kalian no eran súper amigables, pero su conversación aún era mucho más natural que antes.

—¿Hay algo que moleste en tu trabajo?

—No, le ha prestado mucha atención, así que es bastante cómodo.

Escuchar su suave conversación me hizo sentir extraña. La atmósfera a su alrededor era como si estuvieran coqueteando pero a la vez no. Aún así, era más suave que la atmósfera que tenían cuando se conocieron.

Dicho esto, tal vez fue porque Anne-Marie estaba trabajando aquí como cuidadora, por lo que se veían más a menudo. Después de todo, el tono de Kalian seguía siendo rígido y cortés, pero sus ojos parecían más suaves que antes cuando la miraba.

En cuanto a Anne-Marie, trató a Kalian de una manera más amigable... todavía no estaba allí, pero al menos estaba más cómoda que antes.

—Escuché que Sebastian le estaba mostrando la mansión.

Después de que terminó de hablar, Kalian miró al mayordomo que estaba parado en silencio a un lado.

Entonces el mayordomo dio un paso adelante y comenzó a hablar.

—Sí, estaba siguiendo la orden de Lord Bastian de mostrarle a la Srta. Yuri los alrededores de la mansión y nos encontramos con los perros que acababan de salir a caminar, así que nos detuvimos.

Ante eso, Kalian miró a los perros que se agolpaban a su alrededor y meneaban la cola, luego se volvió para mirarnos a mí y a Anne-Marie.

—Estos perros son bastante grandes, por lo que hay algunos que son reacios a trabajar con ellos, incluso entre nuestros empleados. ¿Están las dos bien con ellos?

—Sí. La Srta. Yuri y yo hemos tenido perros antes, así que estamos bien.— Anne-Marie dió un aplauso con una brillante sonrisa.

Asentí de acuerdo con ella.

Al escuchar eso, Kalian se quedó callado, aparentemente pensando en algo por un momento y después de un rato, volvió a hablar.

—Si te gustan los perros, puedes venir a verlos cuando estén paseando en el futuro. Se lo haré saber a mi abuelo.

—¿Yo puedo hacer eso?

Anne-Marie estaba encantada con la inesperada oferta. Y, bueno... también me sentí un poco tentada cuando escuché eso.

—Sí, esta bien. También puedes darles algunos bocadillos mientras caminan, así que solo le diré al entrenador de antemano.

Podría haber sido reacio a permitir que nadie más manejara a sus preciosos perros, pero Kalian asintió de buena gana.

Dicen que alguien a quien le gustan los animales no es una mala persona... Y la evaluación sobre él, que había sido arrasada después del incidente del mercado negro, aumentó ligeramente.

—Entonces, ¿Les gustaría pasar más tiempo con los perros hasta que termine su paseo?— nos preguntó el mayordomo que nos estaba mirando con una cálida sonrisa.

Sacudí la cabeza y me puse de pie.

—No. Mi propósito de hoy es mirar alrededor de la mansión, así que vayamos al invernadero por ahora.

— Después de decir eso, me volví hacia Anne-Marie. —Puedes quedarte aquí un poco más, si lo deseas.

Cuando noté que Anne-Marie miraba a los perros con una mirada de arrepentimiento, le hablé primero y sus mejillas se enrojecieron como si estuviera avergonzada de que le leyeran la mente.

—¿E-está bien?

—Sí. Te veré más tarde.— Asentí y la despedí saludándola con la mano antes de darme la vuelta.

Los perros jugando despreocupadamente en el verde césped en medio del apuesto caballero de cabello negro y la hermosa dama de cabello blanco platino, hicieron una hermosa pintura.

Seguí al mayordomo al invernadero, sin ver ninguna razón para perturbar la atmósfera bastante buena que giraba alrededor de esos dos.


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