53. Te equivocaste de casa, villano

Capítulo 53

Lo lamenté un poco.

<<Al final ¿De qué sirve entrar en silencio?>>

Si hubiera sabido que alguien iba a irrumpir con tanto animo, habría entrado sin tomarme tantas molestias. Bueno, pero aún no es demasiado tarde.

*¡Explosión!

Inmediatamente dispare hilos afilados hacia la puerta. A mi voluntad, los hilos finos alojados en el espacio estrecho de la puerta comenzaron a separarla.

*¡Grieta!

Una vez que se rompieron las cerraduras, las trampas se activaron de inmediato.

*¡Silbido! ¡Crepitar!

Desvié la aguja de veneno y evité el estallido de llamas de la pared.

*¡Retumbar!

Casi al mismo tiempo, el piso al otro lado del pasillo comenzó a colapsar.

<<Están mejorando en esto.>>

Pensé con una actitud algo tibia. Mientras pensaba eso, fijé un hilo al techo y salté.

*Shhaaaa...

Después de un rato, la nube de polvo que llenaba los pasillos se calmó. Debajo del vacío abierto en el suelo había una densa parcela de púas de hierro incrustadas.

No sabía quién lo diseñó, pero era una trampa bastante clásica. Extendí la red enrollada alrededor de mi mano hacia la puerta rota y me lancé en esa dirección.

*¡Golpe metálico!

Entonces pateé la puerta y entré. El edificio todavía era ruidoso, por lo que nadie pareció notar el ruido que hice. E incluso si lo hicieran, estaba segura de que pasaría un buen tiempo antes de que los guardias llegaran aquí.

Aumenté mis sentidos y miré a mi alrededor, pero no podía sentir ninguna otra presencia. Excepto por la pequeña respiración que podía sentir en el centro de la habitación. Dí unos pasos hacia adelante, pisando una pluma en el suelo.

Había una gran jaula colgando en la habitación y dentro de ella estaba la persona que estaba buscando. Sin embargo, parecía un completo desastre; sus alas parecían estar rotas por la rara forma que tenían, también estaban manchadas de sangre y les faltan una gran cantidad de plumas.

El brazo delgado que colgaba fuera de la jaula se movió, y los grilletes sujetos a ellos se sacudieron ruidosamente. Mientras la mujer levantaba lentamente la cabeza, su ondulado cabello azul fluía y caía por su rostro. Su rostro estaba expuesto con su movimiento, revelando algunos moretones y cortadas rojas esparcidas por su rostro.

Sus labios incoloros se movieron ligeramente.

—Aracne... viniste...

Estaba mucho peor que la última vez que la ví en el instituto de investigación. Pero no fue hasta el punto en que no podía decir que ella era Siren. En primer lugar, el envejecimiento de los sujetos de prueba se ralentizó rápidamente cuando se convirtieron en adultos. Por supuesto, no sabía por qué estaba atrapada en un lugar como este y en ese estado.

—¿Por qué me llamaste?

Fui directo al grano sin perder el tiempo. No pregunté cómo fue encarcelada aquí o sobre su estado actual.

Supongo que se podría decir que fui un poco despiadada porque esas eran las primeras palabras que le decía a una vieja compañera de cuarto que estaba viendo por primera vez después de varios años.

Mi actitud puede parecer fría desde el punto de vista de Siren. Incluso cuando estábamos en el laboratorio, ella solía quejarse de mi personalidad poco cariñosa. Sin embargo, ella simplemente me miró con ojos llorosos, como si ni siquiera tuviera energía para eso.

Entonces volví a hablar.

—¿Me llamaste para salvarte?

De nuevo, Siren me miró sin decir una palabra. Sus labios estaban fuertemente cerrados.

También sabía lo fuerte que era su orgullo, y que por eso, aunque podría haberme enviado antes un pájaro, no lo hizo y probablemente aguantó hasta llegar a este punto.

—Si tengo razón, dímelo.

Repetí con una voz sin emociones. Entonces su cuerpo tembló ligeramente en la jaula.

—Yo... uk...

Ella comenzó a hablar pero se interrumpió y respiró hondo. Luego, la voz que siguió fue tan áspera y agrietada que era difícil creer que perteneciera a la Sirena cuyo canto era tan hermoso y encantador que robó el alma de todos los que lo escucharon.

—Por favor sácame de aquí.

Y me moví de inmediato.

Hilos afilados y específicos cortaron la parte superior de la jaula, y la prisión colgante cayó con un fuerte golpe al suelo. Es sonido metálico hizo eco en toda la celda, pero no tapó el sonido de las cadenas y tornillos que se soltaron y cayeron al suelo seguido de la jaula. Las plumas tiradas en el suelo se habían levantado por el viento, pero volvieron a caer de una manera lenta y ligera en vaivén, hasta que suavemente tocaron el suelo.

—¡Ack!

Siren dejó escapar un breve grito. Sin embargo, antes de que la jaula golpeara el suelo, use hilos para sostener su cuerpo en el aire y así evitar que sufriera más daño. También rompí sus grilletes y la saqué de la jaula.

De cerca, parecía que estaba en peor forma.

Cuando la jaula estaba cayendo, ella agitó sus alas para volar hacia arriba, pero estás cayeron impotentemente, perdiendo unas cuantas plumas más. Probablemente su quejido de dolor fue debido al movimiento que hizo de sus alas rotas y no porque de repente la sostuve.

<<También pasa lo mismo con Odín; ¿Por qué las personas con poderes de pájaro pierden plumas a menudo por esto? ¿Es un tipo de pérdida de cabello?>>

—Probablemente tomará un tiempo para que las plumas vuelvan a crecer.

Le dije porque sabía lo orgullosa que estaba Siren de sus atractivas alas. Ella me miró fijamente y se vio ligeramente confundida por mi declaración que no se ajustaba a la situación en absoluto. Pronto, separó sus temblorosos labios.

—Tú, ¿me estás ayudando?...

—Me dijiste que lo haga.

Pasé junto a su figura suspendida, la puse detrás de mí y me acerqué a la puerta.

—¿Dónde está Leo?

Ante esa pregunta, Siren hizo una pausa.

—... ¿Vas a salvar a ese perro guardián también?

—¿Por qué crees que vine aquí en primer lugar?

La miré, deseando que se apurara y respondiera, pero su reacción fue extraña.

Sus ojos azul oscuro que eran del mismo color que su cabello, de repente se llenaron de lágrimas y veneno al mismo tiempo.

—Tú... eres realmente una perra horrible.

Estaba un poco desconcertada por la maldición que me arrojaron de la nada. Cuando la miré con una mirada atónita, su rostro se puso agrio y gritó con lágrimas en los ojos.

—¡No me has contactado una vez desde que salimos del laboratorio! ¡Pero por qué sigues manteniendo a ese hijo de puta a tu lado!...

Estaba un poco molesta.

—Nunca me contactaste tampoco.

—¡¡¡Es diferente!!!

Por alguna razón se molestó por lo que dije. Fruncí el ceño cuando ella incluso agitó sus alas con indignación. Quería preguntar qué era tan diferente sobre nosotras, pero sus siguientes palabras no eran nada de lo que esperaba.

—¡Siempre te he estado observando!

—...

—¡Desde que te encontré después de que salimos del laboratorio!

—...

—Pero esperaba que vinieras a buscarme esta vez... ¡así que me he estado conteniendo pero-!... ¡Estás tan ocupada saliendo con ese perro y ese cuervo, que ni siquiera te preocupas por mí!... ¿Sabes cuánto tiempo, cuánto tiempo ... uk ... (sollozo)...

No estaba muy segura de cómo reaccionar ante esta repentina confesión de acoso.

Escuchar a Siren de repente me recordó cuando estábamos en el instituto de investigación. Ella siempre fue extrañamente cariñosa conmigo, hasta el punto en que Odin la llamó "esa mierda de chicle". Sin embargo, ella era tan malhumorada como pegajosa, así que generalmente pensé que era caprichosa.

Por otro lado, a Siren no le gustaba mucho Leo y su relación con Odin no era muy buena; Era como si fueran enemigos naturales. Cuando Siren y Odin se encontraban se gruñían el uno al otro, eran como agua y aceite, a pesar de ser casi de la misma especie. Ambos tenían la capacidad de controlar las aves, pero tal vez odiaban a las personas del mismo tipo.

—Tú... ni siquiera sabes cuánto quería verte. ¡Aracne, idiota!

En poco tiempo, Siren estaba sollozando como una niña. Después de ver todo, abrí la boca.

—Entonces, ¿querías darme problemas y decirles a esos bastardos de comercio de esclavos dónde vivíamos Leo y yo?

—E-Eso-

Ante mi inteligente suposición, Siren se estremeció. Sus pupilas temblaron mientras me miraba y luego, sin espíritu, intentó explicarme.

—Estaba harta de ser torturada...— Con sus ojos y nariz rojos, su figura murmurante parecía lamentable. —Seguían preguntando dónde estaban los otros tipos y no importaba cuánto dijera que no había ninguno, no se detuvieron.— Al escuchar lo que dijo, inconscientemente suspiré. Ella aprendió los dientes y continuó. —Aún así, Aracne... sabía que si eras tú, estarías bien. Ya que eres fuerte... Además, incluso si ese perro guardián es atrapado, es obvio que lo rescatarías.

*¡Tak!

—¡Ay!— Le di un pequeño golpe en la frente.

—Crece un poco.

—E-... soy mayor que tú, ¿sabes?

Siren parecía bastante nerviosa, tal vez porque nunca antes había sido atacada físicamente por mí.

—Leo. Ubicación.

—... Probablemente esté en la habitación a la derecha...

*¡Golpe! ¡Derrumbe!

Una vez que escuché eso, destruí sin pensar la pared de la derecha, pero era solo una habitación vacía.

—No hay nada allí.

—H-Honestamente, realmente no lo sé. Solo pensé que mantendrían un "variante" como yo en otro lugar.

Ante eso, comencé a romper las paredes una por una, moviéndome hacia el otro lado.

No estaba segura de dónde estaba Leo, pero al ver que encerraban a Siren en el centro del edificio, supuse que Leo podría estar cerca.

La droga que olí débilmente en el escondite de Leo era definitivamente una pastilla para dormir. Si puede hacer que incluso Leo se duerma, debe tener un efecto realmente fuerte. Pero con tanto caos, estaba segura de que él se despertaría pronto. Leo tenía un sensible olfato y, como mi olor estaba en el aire, si él estaba cerca, estaba segura de que me llamaría.

—Umm, lo siento si el perro guardián se lastimó por mi culpa.

Se disculpó una vacilante Siren, que todavía estaba atada con mis hilos y colgando detrás de mí.

—(¡Rugido!)— En ese momento, escuché un grito familiar no muy lejos.

—No es Leo lo que me preocupa.

Siren parecía curiosa sobre lo que quise decir, pero ya no hablé y rápidamente me moví hacia donde venía el sonido.